23 febrero 2008

Morfeo


Dios de los sueños en la mitología griega.
Hijo de Hipnos (el Sueño) y Nix (la Noche). Hermano de Fobetor y Fantaso y hermanastro de Tánatos (la Muerte).

Con una varita o una flor de amapola tocaba la frente de los hombres para dormirlos. Era el encargado de hacer soñar a quienes dormían y en ellos tomaba la forma de personas, generalmente de seres queridos, junto a sus hernanos Fobetor (que es el encargado de representar a los animales) y a Fantaso (quien representa a los objetos inanimados).

Morfeo vivía en un palacio construido en el interior de una cueva, por lo que nunca nada ni nadie alteró su tranquilidad. Duerme en una cama de ébano sutilmente iluminada, en un lecho cubierto de amapolas y todas las aves nocturnas revolotéan a su alrededor. Por una puerta del palacio salían los sueños verdaderos y sanadores y por otra, las pesadillas y falsos sueños. Con sus alas, podía ir volando a cualquier rincón de la Tierra velozmente para abrazar a alguien y hacerlo soñar.

Fue muerto por Zeus por haber revelado secretos a los mortales.


21 febrero 2008

Pillan y Wangulén


Espíritus benigno de los mapuches asociados comúnmente a volcanes y montañas.

Se clasifican en dos grande grupos: los Pillanes antiguos, que existirían desde antes que apareciera vida en el mapu (tierra) y los Pillanes de antepasados, que corresponden a espíritus de los antepasados de los mapuches, que lograron transformarse en pillán.

Los pillanes del primer grupo aparecieron en el wenumapu, cuando aún era oscuro y el tiempo no había comenzado, junto con otros espíritus. Entonces, tuvieron la tarea de engendrar la luz para iluminar el wenumapu, pues ellos son estrellas llenas de luces y colores.

Dice la leyenda que Antu, el más poderosos de los pillanes, tomó como esposa preferida a una Wangulén y así comenzó el tiempo.

Los del segundo grupo corresponden a un fundador de un linaje o familia. Ese Pillán vigila y defiende a sus miembros. A ellos se les dedican oraciones para agradecerle por lo recibido y para que su pueblo sea beneficiado. De igual forma los hombres mapuches pueden convertirse en pillanes cuándo mueren si tuvieron una gran descendencia que los recuerden y que honren su memoria, y en vida siguió las tradiciones y leyes del Admapu (las mujer puede convertirse en wangulén).

Erróneamente (o con toda mala intención) el cristianismo cubrió a los pillanes con un manto oscuro tildándolos de seres malignos, debido a su capacidad de castigar por medio de desastres naturales o enfermedades.

Fuente Wikipedia